El hispanista Park Chul reivindica al jesuita Céspedes al recibir la Ñ del Instituto Cervantes

Madrid. El catedrático emérito de Literatura Hispánica en la Universidad Hankuk, de Corea del Sur, y exrector de ese recinto universitario Park Chul, uno de los mayores expertos en asuntos cervantinos y quijotescos en su país, recibió el pasado 5 de febrero el Premio Ñ 2024 del Instituto Cervantes, un galardón que entregaron los reyes de España y que consagra a este erudito de las letras españolas como una referencia inmortal entre los dos países, un profundo investigador que reivindicó al misionero jesuita español Gregorio de Céspedes como el primer occidental en llegar a la península coreana en el siglo XVI, cuando aún estas tierras estaban cerradas.
El rey Felipe VI felicitó a Park Chul (1949) por toda una vida y una larga carrera académica dedicadas al español, que ya une a más de 600 millones de personas en todo el mundo, y consideró «llamativo» la decisión de retirar el español como elemento de comunicación de la Casa Blanca por Donald Trump, algo que cree será temporal, dado que no impedirá que el español termine siendo la segunda lengua de más uso y con influencia política en Estados Unidos, donde se espera que en 2050 haya unos cien millones de hispanohablantes, mientras que Park Chul resaltó el ‘boom’ del español en Corea del Sur, donde suscita mucho interés en su país, tanto en jóvenes como en mayores, y afirmó que más de medio millón de coreanos viajaron el año pasado a España atraídos por su cultura, costumbres y gastronomía.
Park Chul, el primer traductor de ‘El Quijote’ al coreano, ya con 80 ediciones publicadas, no se olvidó de la figura del jesuita Gregorio de Céspedes y señaló lo orgulloso que se siente de haber revelado el primer encuentro documentado entre Corea y España, en el siglo XVI, dado que el jesuita llegó a Corea en 1593 con el objetivo de evangelizar y dar testimonio con 15 cartas, traducidas por el profesor Park Chul, de su periplo por estas tierras, por lo que es considerado como el primer visitante europeo en llegar a Corea, quien lo hizo en calidad de sacerdote católico.
Gregorio de Céspedes nació en Madrid en 1551 y su padre, Céspedes de Oviedo, era corregidor y juez de Madrid (1551-1557). Céspedes de Oviedo era natural de Villanueva de Alcardete (Toledo) y alcalde de los Hijosdalgo de Granada y después también alcalde de la Corte, de ahí los orígenes alcardeteños del primer europeo que llegó a Corea y testificar todo lo que había en ese desconocido país, el cual padecía en ese momento la invasión japonesa, un conflicto bélico desarrollado entre 1592 y 1598 en el que se vieron envueltos tres países: Japón, China y Corea y que Céspedes describió en una de sus cartas en 1594 la triste situación de la guerra coreano-japonesa.
Como dice Park Chul: «Desde que empecé a estudiar literatura española en 1968, Don Quijote de la Mancha se convirtió en una fuente inagotable de aprendizaje e inspiración. Con el tiempo, he tratado de incorporar a mi vida a algunos de los valores que Cervantes nos enseñó: la justicia, la perseverancia y el compromiso con los ideales nobles. Algunas personas en mi entorno me llaman afectuosamente ‘El Don Quijote coreano’. Y eso sí, espero que sea por mi dedicación a acercar nuestras culturas y no porque piensen que en mi camino veo gigantes donde solo hay molinos», agregó en su discurso en el acto del Premio de la Ñ.
Este premio es, en realidad, un reconocimiento a una labor colectiva. A lo largo de los años, Park Chul reconoce haber tenido el privilegio de compartir este camino con colegas, estudiantes e instituciones que han trabajado incansablemente para fortalecer los lazos entre Corea y el mundo hispánico. Y entre sus investigaciones, una de las que guarda con especial estima es la que reveló el primer encuentro documentado entre Corea y España en el siglo XVI.
En 2014, explicó el profesor Park, con el propósito de seguir fomentando la investigación sobre Cervantes, nació el Centro Coreano de Estudios Cervantinos, que aspira a desempeñar un papel más activo en la difusión del español y su cultura. Gracias al esfuerzo de todos, el español se enseña en 30 universidades coreanas, 14 de las cuales cuentan con departamentos de Lengua y Literatura. Además, más de 50 escuelas secundarias ofrecen español como segunda lengua extranjera. Park Chul dijo sentirse honrado de haber podido contribuir a la elaboración de libros de texto utilizados en estos centros, aunque señala que el verdadero mérito pertenece a los docentes y estudiantes que, con su esfuerzo, han consolidado el aprendizaje del español en Corea.
El también exrector de la Universidad de Hankuk, en Seúl, señaló que más de cien obras literarias coreanas fueron traducidas al español. Entre ellos destacó ‘La vegetariana’, de la escritora Han Kang, quien fue galardonada el año pasado con el Premio Nobel de Literatura y ha despertado un interés creciente la literatura coreana en el mundo hispanohablante. Afirmó que Miguel de Cervantes dejó muchas enseñanzas, entre ellas: «No es un hombre más que otro, si no hace más que otro». «Gracias por creer en este sueño compartido y por permitirnos formar parte de este puente cultural que une a nuestras naciones a través del lenguaje y la literatura», expresó.
De esta forma, Park explicó que su trayectoria académica le ha permitido, entre otras experiencias valiosas, obtener un doctorado en España, ejercer como profesor y rector en su ‘alma mater’ y ser nombrado académico correspondiente de la Real Academia Española. Entre sus investigaciones, una de las que guarda con especial predilección es la que reveló el primer encuentro documentado entre Corea y España gracias a Gregorio de Céspedes, una historia que se ha convertido en un símbolo del primer vínculo entre las dos naciones.
Así, resaltó que en reconocimiento a su legado, en Villanueva de Alcardete, el pueblo originario familiar del jesuita, se erigió en 1991 un centro cultural en su honor. Y años después, en 2015, el ayuntamiento de Changwon, en Corea, inauguró el Parque Céspedes, como muestra de la memoria compartida entre nuestros países. Los reyes de España han hecho referencia a este episodio histórico protagonizado por Gregorio de Céspedes. Para Park fue un momento de gran orgullo y una prueba de la importancia de nuestro pasado compartido, también a través de la historia del almirante Yi Sun-sin, considerado como el mayor héroe de Corea, y todos los años, en primavera, en la ciudad portuaria de Chinhae (hoy Changwon) se le rinde culto con una serie de actividades en su honor.
Céspedes, que acompañaba a las tropas japonesas como misionero y capellán, denunció los abusos de los nipones al Vaticano. El rey Juan Carlos I, en su visita a Corea en 1996, mencionó a Céspedes como símbolo histórico enraizado con los dos países, mención que también su hijo, el monarca Felipe VI, ha hecho en varias ocasiones. La última, en el acto de entrega de la Ñ del Instituto Cervantes a Park Chul, la pasada semana, aunque ya lo citó en su viaje a Corea en 2019.