Japan Weekend Madrid: el evento representativo de la cultura asiática
Madrid. El último fin de semana de septiembre se celebró en Madrid una vez más el evento Japan Weekend, donde se reunieron los fans de la cultura asiática. El acto, que volvió a batir el record de participantes, se celebró los pasados 24 y 25 de septiembre en el recinto de IFEMA, de la capital de España.
Pese a que se aumentó el aforo con un pabellón más (siendo un total de cuatro pabellones de IFEMA para todo el evento) se produjeron algunas aglomeraciones y largas colas a la entrada del acto, en los puestos de comida o incluso al cruzar de un pabellón a otro, especialmente la jornada del sábado, 24 de septiembre, día en el que se vendieron todas las entradas posibles.
Así, de esta forma, presentamos en modo de resumen lo acontecido en esas dos jornadas en la que la cultura japonesa se acercó una vez más a Madrid.
Empezamos el viaje por la Japan Weekend desde el pabellón 1. En esta sala teníamos el espacio anticrisis para todos aquellos que quisieran ahorrarse un poco de dinero le regalaban un DVD o un manga junto a la entrada más económica de las jornadas.
El pabellón 1 estaba más que nada destinado a una zona amplia para que los visitantes comieran con más comodidad por lo que estaba dispuesto con sillas y mesas para la ocasión, así como puestos para adquirir comida típica japonesa como onigiris o ramen instantáneo entre otras cosas.
En esta ocasión, la organización pensó en los aficionados más atrevidos, por lo que destinaron un espacio a una exposición que a la entrada nos advertía que sólo era apta para mayores de 18 años, lugar al que se podía acceder previa muestra de un documento que verificase que se era mayor de edad.
En el mismo pabellón se encontraba un escenario grande destinado a los fans del baile donde continuamente se podían escuchar y bailar canciones de grupos y cantantes famosos de Asia. También había dispuesto un gran ring de lucha, el cual intentaba asemejarse a la lucha libre profesional conocida por las siglas WWE y donde se desarrollaron algunas exhibiciones de este deporte.
Paseando hacia el pabellón 3 la asociación Odorites nos ofrecía la posibilidad de bailar canciones de las series de animación más famosas con la guía de una pantalla que indicaba los pasos de baile.
Ya una vez llegados al siguiente pabellón, el 3, era el momento de ver las novedades artísticas y promocionales que nos ofrecían diversas comunidades y asociaciones de aficionados al manga, el anime y todo lo que gira en torno al mundo de la cultura asiática. En esta sección de IFEMA destacamos el escenario para conferencias donde el grupo FEMM se dio a conocer antes de sus conciertos y se pudieron seguir temas tan diversos como viajes, gastronomía, prácticas culturales, etc.
Además, también se contó con la asistencia de varios artistas, ilustradores, youtubers, etc., que mostraron en directo su trabajo y pudieron estar cerca de sus seguidores con eventos como conferencias, presentaciones, eventos de preguntas y respuestas y de firmas.
En el pabellón 5 nos encontramos que esta sección mezclaba los tradicionales stands comerciales donde poder comprar el merchandising favorito con diversas actividades culturales como por ejemplo la de la asociación Emoz, dedicada al origami o la papiroflexia japonesa en la cual se hicieron demostraciones de la misma, diversos puntos para jugar a máquinas recreativas de todo tipo en donde destacamos Falcomotor, que replicaba el mundo del anime Initial D, una serie dedicada al mundo del motor y la velocidad.
En el stand se encontraba un simulador de conducción basado en la famosa serie de animación japonesa basada en el drifting japonés, Initial D, en el cual podías conducir el mítico Toyota del protagonista de la serie por las carreteras de montaña de Japón. Además, hubo competiciones entre los mejores tiempos de los dos días del evento. En el puesto pudimos hablar con el padre de Miguel García, piloto de karting y slalom, recientemente elegido para representar a España en la modalidad de autoslalom en la competición internacional de FIA Motorsport Games.
Pero quizás lo más destacado de este pabellón 5 fue el festival Bon-Odori de la asociación japonesa de Madrid, un evento que tradicionalmente se hace a mitad de julio en el Colegio Japonés de Madrid, y que por motivo de la pandemia no se pudo celebrar estos últimos años, en esta ocasión se pudo disfrutar por primera vez de su presencia en Japan Weekend. Este evento estaba flanqueado de otros stands y escenarios en donde se pudieron ver cosas tan diversas como obras de teatro tradicional japonés o documentales y vídeos musicales de Japón. También había puestos de venta de comida y vestimenta tradicional japonesa y un taller de Ikebana, donde grandes y pequeños realizaban arreglos florales.
Ya de camino al pabellón 7 encontramos varios stands dirigidos a los aficionados del ‘cosplay’, un «cospital», donde se realizaban arreglos a los disfraces de los asistentes que lo necesitaran en sus trajes y complementos, y otro stand con material de costura donde lo más llamativo fue ver una máquina de coser que funcionaba sola y diseñaba las prendas con las que numerosos aficionados del manga-anime suelen ir ataviados a este tipo de eventos. Frente a estos se encontraba un espacio dedicado a los fans del karaoke libre donde cualquiera podía cantar a pleno pulmón las canciones de sus series favoritas.
El pabellón 7 destacaba por sus espectáculos deportivos con los cuales poder disfrutar tanto de espectador como en primera persona y el escenario principal donde se desarrollaron los principales conciertos del evento. También en este pabellón encontramos zonas destinadas a las carreras de coches por control remoto, otro lugar para los fanáticos de los juegos de rol y en especial uno dedicado al mundo de los videojuegos donde incluso se podían adquirir juegos o consolas antiguas ya descatalogadas.
En cuanto a las actividades deportivas destacamos la esgrima medieval con espadas antiguas y organizado por la Escuela de Esgrima Histórica Francisco de Ettenhard, y un par de tatamis dedicados a la enseñanza y exhibición de las artes marciales y otro dedicado al nuevo deporte olímpico, el parkour. Al lado, dos jóvenes venidos de Valencia quisieron traer el kendô al evento, dejando a los visitantes realizar duelos. Eso sí, llevando las medidas de seguridad adecuadas, unas protecciones para los brazos, guantes y la careta que cubre la cabeza.
Cerca podíamos encontrar también el stand del Instituto Kojachi, lugar en el que se podía practicar actividades tan diversas como la precisión de disparo a una portería de fútbol, encestar a una canasta desde cierta distancia o embocar una pelota de golf en su hoyo. Al lado se formaban largas colas para adquirir tu nombre en japonés.
Lejos del deporte tradicional encontramos por allí cerca una actividad habitual de estos eventos y que cada día gana más adeptos, no es otra que las batallas de espadas láser. Había un espacio con clases de prueba con sables láser, pero en lugares recónditos del pabellón, al más puro estilo Star Wars, las espadas de luces iluminaban las esquinas con menos luz del recinto dando lugar a combates espectaculares de luces y sonidos.
Por último, nos gustaría centrarnos en el escenario principal donde se desarrollaron los ya típicos concursos de baile y karaoke, y sobre todo, la pasarela y concurso de cosplay donde cada vez se ve más nivel y que cuenta con invitados llegados desde diversos puntos del planeta para la final internacional del concurso de ‘cosplay’, como Brasil, México, Estados Unidos, Polonia, Alemania, Francia, Portugal, Italia, Suiza, Reino Unido o incluso Ucrania, que tuvo tres representantes a pesar de la guerra. En el intermedio de uno de estos concursos incluso tuvo lugar la pedida de mano por parte del presentador a su novia.
Durante los dos días del evento se llevaron a cabo varios conciertos, los cuales estuvieron repartidos entre el sábado y el domingo para que todos los asistentes pudieran disfrutar de ellos.
Destacamos las actuaciones del grupo ZEPPIN, representando al Japón más folclórico con su música y bailes, y que, con los instrumentos y vestimenta tradicional, trasladaban a los asistentes al festival Awa Odori, típico de la región de Tokushima.
Por otra parte, representando al Japón más moderno y actual estaba el dúo de chicas llamado FEMM. El grupo en defensa de los derechos de los maniquíes (así se describen en su base de fans) estuvo muy presente en el evento con varias actividades además de sus dos conciertos (uno la jornada del sábado y otro la del domingo). Realizaron una rueda de prensa, un evento de firmas y fotos con los fans, donde también se podía adquirir su merchandising oficial, aunque se agotó rápidamente. El grupo estuvo muy cercano con sus fans en todo momento, dejando a un lado su apariencia de maniquí para saludar al público. Aunque también disfrutaron su primera visita a España visitando lugares turísticos como la Plaza Mayor de Madrid y probando platos españoles como las gambas al ajillo y las croquetas, que nos confesaron, les gustaron bastante.
Concluimos con los conciertos del grupo Subwoolfer, representantes de Noruega en la última edición de Eurovisión, venidos de la luna para sus actuaciones en este evento. Manteniendo el anonimato de su identidad bajo las máscaras de lobo y un traje de astronauta, el grupo hizo disfrutar a los asistentes con su repertorio musical, e incluso revelando su última canción en directo. Aprovechando la tradición de venir disfrazado a la Japan Weekend, varios espectadores acudieron a los conciertos con cosplay de los cantantes y su famosa máscara de lobo, y fueron subidos al escenario al final del concierto para bailar con los cantantes su canción más famosa ‘Give That Wolf A Banana’, durante la cual también se repartieron plátanos al público que estaba disfrutando de la actuación.