Corea del Norte lanza un nuevo misil y alerta a la comunidad internacional
Madrid. Corea del Norte sigue perfeccionando su cada vez más sofisticado programa nuclear tras el lanzamiento de su misil intercontinental más potente hasta ahora que rompía una larga tregua de dos meses sin realizar pruebas nucleares, una nueva demostración de fuerza que el régimen de Kim Jong-un lanza al mundo pero en especial a Estados Unidos, cada vez más cercano a sus misiles pero lejos de un conflicto militar-nuclear entre los dos países, salvo que Pyongyang cometa alguna “locura” o Washington pretenda solucionar el conflicto coreano de forma unilateral.
Todo parece indicar que el sofisticado desarrollo nuclear norcoreano va por buen camino y sus objetivos siguen siendo lograr un misil balístico intercontinental con capacidad para estrellar una bomba atómica en suelo estadounidense, pero obviamente esto es prácticamente imposible dado que la hipotética respuesta de EEUU sería “brutal” y con ello el régimen norcoreano tendría los días contados, sin olvidar que China, que sigue apoyando a Corea del Norte pese a las sanciones impuestas, y Rusia también entrarían en escena.
La solución sigue al problema nuclear norcoreano sigue siendo las conversaciones a seis bandas, pero mientras tanto Pyongyang no altera su desarrollo nuclear como única fuerza para mantener al régimen y a la espera de que se le reconozca como una potencia nuclear.
La reacción de China no se ha hecho esperar y ha expresado su enorme preocupación tras el último misil balístico intercontinental (ICBM) lanzado esta semana por Corea del Norte, capaz de portar una cabeza nuclear de gran tamaño y alcanzar todo el territorio de Estados Unidos.
Este último misil lanzado por Pyongyang voló 950 kilómetros y alcanzó un apogeo de 4.475 kilómetros, algunos expertos creen que el proyectil podría haber recorrido en un vuelo normal más de 13.000 kilómetros, suficiente para alcanzar Washington o cualquier parte continental de EEUU. El Ejército surcoreano detectó que Corea del Norte realizó el lanzamiento desde las cercanías de Pyongsong, en la provincia de Pyongan del Sur, a unos 25 kilómetros al norte de la capital norcoreana.
Sin embargo, el propio primer ministro surcoreano, Lee Nak-yon, afirmó que la nueva prueba realizada por Corea del Norte con un misil balístico no fue completada con total éxito, puesto que el proyectil perdió contacto con su centro de control a mitad de trayectoria.
Hay que resaltar que se trata del primer proyectil que Pyongyang lanza en dos meses y medio, desde que el pasado 15 de septiembre disparó un misil de alcance medio que sobrevoló precisamente el norte de Japón antes de caer al mar.
Para Pyongyang, este último proyectil es un nuevo modelo de misil balístico intercontinental (ICBM), bautizado Hwasong-15, capaz de portar una cabeza nuclear de gran tamaño y alcanzar «todo el territorio de Estados Unidos», el sueño utópico del régimen comunista, pero los datos que maneja EEUU se trataría de un misil balístico intercontinental (ICBM), que sería el tercero que dispara después de los dos que lanzó en julio.
El misil, disparado desde un punto a unos 25 kilómetros al norte de la capital norcoreana, voló en dirección este antes de caer en aguas del Mar de Japón o Mar del Este, a unos 250 kilómetros de la costa de la prefectura nipona de Aomori (norte del país), en cuyas aguas pertenecen a la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón, un espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde su litoral.
En definitiva, la tregua o esa paz “inverosímil” de los dos últimos meses en Corea del Norte ha saltado por los aires con este nuevo lanzamiento de un nuevo misil, y ahora Kim Jong-un vuelve a ocupar el espacio perdido de su protagonismo y trata de nuevo seguir ganando su “guerra mediática” donde ya Corea del Sur, EEUU y Japón han solicitado una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU para condenar este nueva prueba nuclear.
El régimen de Pyongyang sigue desafiando a la comunidad internacional y en especial a EEUU y a la vez refuerza el poder de Kim Jong-un al insistir que este último proyectil lanzado es un “nuevo modelo de misil intercontinental capaz de portar una cabeza atómica grande y alcanzar todo Estados Unidos y que gracias a este ensayo ha logrado completar su fuerza nuclear».
La “guerra mediática” sigue su curso y los próximos acontecimientos llenos de retórica y de toda clase de declaraciones de la ONU, de Donald Trump, de China, Rusia, Corea del Sur y de Japón, de la propio Unión Europea, entre otros, sólo sirven para reforzar interiormente al régimen norcoreano y a su programa nuclear, cuya única solución sigue siendo las conversaciones a seis bandas y una mayor o más contundente presión de China y Rusia a Pyongyang.