China sigue marcando la agenda internacional
Madrid. Mientras el mundo observa incrédulo, impotente y «cobarde» la prohibición de los salones de belleza y peluquería a las mujeres en Afganistán, donde China es el país actualmente con mayor influencia política y económica en el Gobierno talibán, Pekín anda cada vez con más firmeza en la arena internacional cumpliendo a rajatabla sus propia agenda internacional.
El chino Qu Dongyu acaba de ser reelegido como director de la FAO hasta 2027, cuya candidatura era la única tras la retirada de los otros aspirantes. Luego, las disputas en el mar de China Meridional siguen ahí, pues los chinos realizan maniobras con sus barcos y ahora Filipinas se ha quejado por la misión de reabastecimiento en un islote ocupado por la propia Filipinas, y lo mismo ha ocurrido con Vietnam, Brunei y Malasia que reivindican sus derechos a los recursos subterráneos existentes.
Precisamente Vietnam ha prohibido el estreno de la película ‘Barbie’ por mostrar la líneas de los nueve puntos en el mar de China Meridional en una escena en la que se ve el mapa con la polémica línea, que fue en su momento rechazada por el Tribunal Internacional de La Haya, cuya sentencia China ha negado reconocer.
Vietnam rechaza como otros países en litigio con Pekín las reivindicaciones de China sobre las aguas del mar de China Meridional, donde ha otorgado concesiones petroleras, una situación geopolítica que abarca a las islas Paracel (ocupadas por China, pero reclamadas por Vietnam y Taiwán) y las islas Spratly, en disputa entre las Filipinas, la República Popular China, Brunéi, Malasia, la República de China (Taiwán) y Vietnam.
China, según expertos, pese a que su sector de servicios se está desacelerando, su Producto Interior Bruto (PIB) creció un 2,2 por ciento intertrimestral en el primer cuarto de 2023, y dado que el gigante asiático avanzó un 4,5 % en comparación con el mismo período de 2022, superando así las previsiones que indicaban una subida en torno a un 4 por ciento, la economía china parece que confirma su recuperación en 2023, lo que ha supuesto que Pekín aporte en torno a un tercio del crecimiento económico mundial en el presente año.
La economía manda. China y Estados Unidos, pese a sus rivalidades políticas, no quieren mermar sus economías deteriorando sus relaciones, de ahí que en los próximos días la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, viajará a China para rebajar la tensión entre las dos potencias al igual que ya hiciera el secretario de Estado, Antony Blinken, quien se reunió con el presidente chino, Xi Jinping.
Sin embargo, China se queja a EEUU por su última venta de armamento a Taiwán, pero Pekín no cede en incursiones de aviones de guerra en la zona del estrecho de Formosa. Un dilema complicado dada las diferencias entre Pekín y Washington en torno a la seguridad taiwanesa. Unas incursiones que podrían estar relacionadas precisamente por la reciente venta de municiones y repuestos militares a Taipéi por valor de 440 millones de dólares.
La tensión por Taiwán va a seguir, la presión china no va a decaer. No obstante, una guerra entre las dos primeras potencias no se vislumbra por ahora, es algo impensable, teniendo en cuenta el desastre de la guerra de Ucrania. Precisamente, la publicación ‘Chinese Journal of Ship Research’ ha dado a conocer un reciente estudio basado en una guerra naval de China con EEUU y con resultados nada positivos para la Armada china, cuyos destructores perderían más de la mitad de su capacidad de combate. Pero eso sí, China cada vez es más fuerte militarmente y no va a dejar en su empeño en seguir modernizando sus Fuerzas Armadas.
Por otra parte, China en la reciente cumbre para un Nuevo Pacto Mundial de Financiación, celebrada en París, reiteró su apoyo práctico a los países en desarrollo, un objetivo chino para seguir en su influencia mundial. China quiere trabajar con otros países y adherirse a los principios de beneficio mutuo y cooperación beneficiosa para todos, con la innovación tecnológica como motor central, para promover el establecimiento de asociaciones globales de energía limpia para construir juntos un mundo limpio y de transición energética verde y baja en carbono con el objetivo en la lucha contra el cambio climático. Pero todo es realmente muy teórico: la práctica habrá que esperar en sus consecuencias.
Ucrania sigue su desarrollo bélico con consecuencias cada vez más devastadoras. La amenaza nuclear se ha convertido en un arma más en la guerra de Ucrania. El presidente ruso, Vladímir Putin, cada vez más debilitado, no sabe cómo ganar una guerra que él mismo provocó. Xi Jinping tiene mucha influencia, puede tomar decisiones globales, pero no desea perjudicar a su amigo Putin, a quien el presidente chino le hizo ver recientemente que no use armas nucleares en Ucrania. Putin es cada vez un animal más herido y sus decisiones pueden ser catastróficas y más con el levantamiento protagonizado por los mercenarios del Grupo Wagner y su entonces jefe, Evgueni Prigozhin.
Ahora, la compañía Tesla tiene planes de presentar su robot humanoide llamado Optimus en la edición de la Conferencia Mundial de Inteligencia Artificial (WAIC), que se celebra en Shanghái este fin de semana, un robot que ha despertado un gran interés debido a su diseño y habilidades avanzadas, y se espera que muestre sus capacidades durante el evento y que evidencia que China será el primer país en regular el desarrollo de la IA, adelantándose a la Unión Europea (UE) y a EEUU, según manifestó recientemente el conocido empresario Elon Musk, también propietario de la red social Twitter.
Y ya para rematar, China hace lo que le plazca dada su enorme poderío, y ahora acaba de cancelar de nuevo el viaje previsto por el Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, el español Josep Borrell, a Pekín, pues la UE no es un organismo baladí para los chinos, y más ahora que sus responsables europeos quieren reducir la dependencia de China, a la que perciben cada vez más como un competidor y rival estratégico, pero sin renunciar a una asociación con Pekín. Aunque, eso sí, acaban de acordar en profundizar la cooperación para la gobernanza medioambiental y climática durante el cuarto Diálogo de Alto Nivel sobre Medio Ambiente entre el gigante asiático y el organismo comunitario. China está en todas partes.