Cuando la economía china se resfría el mundo se tambalea

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Madrid. China tuvo un crecimiento del 7,4 por ciento en 2014, su peor dato en los últimos 24 años, pues no llegó al objetivo del Gobierno que era del 7,5 por ciento, una décima de diferencia, pero las alarmas se encendieron en el “gigante asiático” y en el resto del mundo ante la posibilidad de que la locomotora de la economía mundial sufra problemas de salud.

La economía china no es ajena a la crisis europea, el “gigante asiático” vende mucho al viejo continente, pero esta décima de diferencia en el crecimiento económico también supuso que las Bolsas chinas se contaminaran hasta tal punto que sufrieron su peor caída en seis años, un posible constipado que a nadie beneficia y menos al mundo occidental cuando aún China sigue siendo el mayor acreedor extranjero de la deuda de Estados Unidos. En suma, la industria manufacturera de China es muy productiva, exporta a muchos mercados occidentales, en especial a EEUU.

China ha tenido un crecimiento “bestial” en los últimos 25 años con la aparición de una clase media que antes no existía, pero su economía no crecía tan lenta desde 1990, pese a esa diferencia de una décima en 2014 cuando las previsiones de Pekín eran de 7,5, pero aún así, el Gobierno chino confía en un crecimiento comercial estable en 2015 con la esperanza de que las exportaciones e importaciones mantengan un moderado crecimiento.

China sigue llevando a cabo reformas con el objetivo de lograr que su modelo económico dependa menos de su competitividad exterior y más del consumo interno, de ahí que el Gobierno chino tenga previsto para el 2015 promover nueva ventajas competitivas comerciales centradas en la tecnología, las marcas, la calidad y el servicio, pero lo que está claro que este crecimiento vertiginoso chino también ha originado una  quiebra en la sociedad china con la aparición de desigualdades que el presidente chino, Xi Jinping, trata de paliar con sus nuevos mecanismos económicos.

El Gobierno chino tiene que ganarse la confianza de los inversores para reactivar el crecimiento económico, el cual le interesa a todo el mundo, ya que a medida que la economía de mercado y la influencia mundial de China crece, también lo hace la importancia del país para la economía de Estados Unidos. La dependencia de EEUU con China, es en realidad doble, por un lado, son los mayores consumidores de productos chinos y, por otro, China es también uno de sus mayores acreedores.

No obstante, el Gobierno chino ya ha asegurado que un índice menor de crecimiento será la “nueva normalidad” en los próximos años, a medida que transforma el antiguo modelo de desarrollo en otro que prime el consumo interno y la sostenibilidad con el objetivo de crecimiento para marzo próximo que ronde el 7 por ciento, por debajo del 8 por ciento de lo que había sido en los primero años de la década, aunque el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un crecimiento del 6,8 por ciento en 2015 y de un 6,3 por ciento en 2016, algo lejos de las previsiones gubernamentales.

Lo importante que China siga creciendo por encima del 7 por ciento para seguir generando unos 20 millones de empleos al año, incluso la cautela china ha llegado a tal punto que hasta el Buró Nacional de Estadística (BNE) haya rechazado que el “gigante” asiático” haya sobrepasado a Estados Unidos como la mayor economía del mundo.

De esta forma, no hay que olvidar que a pesar de una economía en constante crecimiento, se debe hacer hincapié en que China sigue siendo un país en vías de desarrollo con una población de 1.300 millones de habitantes, lo que significa que el PIB en conjunto aún es bajo.

Los últimos datos del BNE muestran una economía que se expandió en un 7,4 por ciento interanual en 2014 para ubicarse en unos 10.4 billones de dólares en el pasado año.

Pero en definitiva a nadie le interesa que la economía del país más poblado del mundo tenga problemas de salud como puede ser un pequeño catarro que contagie a medio mundo.

Santiago Castillo, periodista, escritor, director de Asianortheast y experto en la zona

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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3 Respuestas

  1. 27 enero, 2015

    […] los planes previstos, que también se basan, según distintas fuentes, en que el PIB tenga en 2015 un crecimiento entre un 7 y un 7,4 por ciento, un porcentaje que está por debajo de años anteriores. Por ello, dice Li, si la economía se […]

  2. 6 febrero, 2015

    […] ahora es lo que ya sufrió Corea del Sur. “Después de la crisis financiera asiática vino el Fondo Monetario Internacional (FMI) como un diablo que nos dio dinero pero nos robó el alma. Ahora los coreanos sufren una enorme […]

  3. 11 febrero, 2015

    […] La desaceleración económica de China ha pasado de un 10,4% en 2010, a 7,7% en 2013. India, que de un 10,3% descendió a 5% en 2013, ha vivido una gran recuperación en este último año. Aunque el país crezca en positivo, el decrecimiento per capita en un 6,9% empañan los datos globales. La expansión prevista para China es de un 6,3%. […]

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