China celebra su congreso del PCCh entre la modernidad y luchas de poder

Xi Jinping, presidente de China
Xi Jinping, presidente de China
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Madrid. China celebra el congreso del Partido Comunista de China (PCCh) en el que se debate entre la modernidad, la lucha por el poder y una nueva orientación política basada en la renovación de quién liderará al país a partir de 2022, salvo que el actual presidente Xi Jinping no siga dirigiendo al “gigante asiático”.

Este sexto plenario del Comité Central de Partido Comunista Chino aborda también la propia disciplina del partido, pero lo más importante son los casi 400 políticos más poderosos de China que tratan la sucesión de Xi Jinping, secretario general, que desde que asumió el poder en 2012, el PCCh ha sido uno de sus principales caballos de batalla de su gestión política.

Desde que ocupara el control del Partido Comunista, en noviembre de 2012, y luego la presidencia del país, en 2013, Xi Jinping ha consolidado perfectamente su poder, donde el partido, la Policía, el Ejército, la propaganda o el culto a la personalidad han estado siempre a su lado, e incluso muchos analistas consideran que parte de su gestión ha recordado la época de Mao Zedong.

La corrupción ha sido y es uno de los factores clave en la política de Xi, de hecho en los últimos tres año al menos un millón de los 88 millones que tiene el Partido fueron sancionados, entre ellos decenas de cuadros importantes del PCCh, y sobre todo cuando la sociedad civil no entiende y ve con malos ojos que quienes dirigen el país aún tengan más privilegios. No obstante, la lucha contra la corrupción aún no es suficiente, y muchos la consideran como un oportunismo político, pero esta lacra –si no es combatida contundentemente- puede hacer mucho daño al país y debilitar al partido.

Todo parece indicar que Xi Jinping podría prorrogar su mandato, que termina en 2022, y todo, en opinión de los analistas, para seguir controlando el poder en el país más grande del mundo, pero entonces ya tendrá 69 años y al parecer se debe retirar a los 68 años, y nadie descarta que el actual presidente chino modifique algunas reglas para así cumplir con un nuevo mandato y la jubilación sea un año más tarde.

Lo que si es cierto que todo lo que ocurra en esta semana será clave para cuando se celebre el  19 Congreso del Partido a finales de 2017, donde ya algunos dirigentes chinos no sólo tendrán que dejar sus cargos al alcanzar la edad de jubilación de 68 años, sino que habrá que ver qué candidatos hay para suceder a Xi, que hasta no han aparecido.

En contradicción con distintos expertos en la política china, Xi ve en el partido cómo único medio que puede sacar adelante los cambios, de ahí los debates sobre la corrupción y las nuevas reformas en el sector estatal para sacar adelante importantes proyectos no sólo económicos sino también sociales o políticos.

Pero, mientras tanto, hasta la llegada de este vital congreso, es posible que tanto Xi como sus partidarios, y más cuando no hay sucesión a la vista, ubiquen en puestos claves a sus hombres de confianza para asegurarse las riendas del país y a la vez controlar cualquier voz discordante que venga de la oposición.

China afronta sus problemas del Mar de China Meridional, Mar de China Orienta, un cierto independentismo en Hong Kong o el distanciamiento surgido en Taiwán tras la derrota del KMT y con la idea firme de cambiar los modelos económicos con el deseo de ir cada vez más a una economía de mercado, pero la modernización del país se hace absolutamente necesario, modernizaciones que podría facilitar vías pacíficas a través de Taiwán, pero un enfrentamiento entre ambas partes es casi improbable dado que traería una enorme inestabilidad a la región.

Pero los preparativos del 17 Congreso del Partido para finales de 2017 sólo acaba de empezar, pero será clave para el futuro del país, al igual que ya lo fueron otros Plenos que dieron importantes avances para el país como la apertura al capitalismo en 1978 o el fin de la política del hijo único en 2015 y ahora el de 2017 puede ser histórico para China. Y los cambios no pueden esperar.

Santiago Castillo

Periodista, escritor, director de AsiaNortheast.com y experto en la zona

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